Como performance quienes lo integramos: Carlett Decker, Elizabet Sig-Tu, Jhon Vinces, Nantu Mantilla y mi persona Gabriel Barreno.
Recreamos el performance pero en un estilo más contemporáneo, en el cual hicimos una crítica a la pedofilia dentro de la iglesia. Un niño que sufrió abuso por un cura y del cual prefirió callar. Este chico ya adulto se encuentra ante una iglesia y el sonido que esta emite le recuerda el pasado que nunca pudo olvidar. Así unimos el pasado y el presente.